DE CORAZÓN A CORAZÓN
Escribe Edgar Román
Fassano y su Ángel “Pepito”, asistiendo a la Escuela de María
MARÍA:”Hijitos amados, vengan a mi Corazón Inmaculado, y de
la mano. Yo los llevaré y les presentaré a Mí Hijo”.
PEPITO: La fe de un verdadero y fiel apóstol debe
alimentarse continuamente; no por mantenerse dentro de la Iglesia son salvos, sino
por dar testimonio hasta el último instante de vida.
EDGAR: Todos pasamos por el dolor, pero para los que
esperamos en Dios, el sufrimiento se torna redentor porque es Cristo quien
sufre con nosotros.
PEPITO: En amistad compartida se lleva mejor el dolor.
Sabrán vivir en comunidad cuando tengan la mirada puesta en Jesús.
EDGAR: María, te pedimos por los que son zarandeados por la
duda de un clima de incredulidad, y también por los que padecen persecución a
causa de su fe.
MARÍA: La oración humilde y perseverante tiene fuerza
irresistible ante la misericordia de Dios.
PEPITO: A quien hace lo que puede Dios no le niega gracia y
recuerden que la humildad y la unión son claves para lograr el objetivo.
EDGAR: El Señor nos da lo que mejor conviene y en el momento
del dolor Dios nos invita a dar un paso
más en la fe.
MARÍA: “ Los invito a EVANGELIZAR a lo largo y ancho de
vuestros ambientes. Y recuerden que Dios es para todos, no es propiedad de unos
pocos ”.
EDGAR: Expresemos palabras de amor que atraigan al hermano a
la vida.
MARÍA: ¿ De qué sirve el dinero y los bienes si no tienen
paz? Nada vale el universo sin la fe en Dios Salvador.
EDGAR: Permitamos a Dios que pueda hacer su obra por medio
nuestro. Tomemos parte activa en el proyecto de Evangelización.
MARÍA: Comiencen cada día entregándoselo a Dios pues sin Él
se hallarán perdidos.
PEPITO: ¡Escuchen el llamado de Jesús y respondan con amor y
generosidad! ¡ No tengan miedo!
EDGAR: Seamos leales a Cristo, cumplidores de Su Voluntad
Divina; acogedores y dóciles al Espíritu Santo.
MARÍA: “Hijos amadísimos, sean misericordiosos, aviven la FE de los que permanecen
dormidos, quiten la venda de los ojos de aquellos que como ciegos viven pecando
sin cesar”.
PEPITO: Quien vive en la voluntad de Dios no se mira a sí
mismo, sino mira al hermano pues en el hermano ve a Cristo, se ama y se entrega
por El.
MARÍA: “Vengan a Mí, suban a esta Arca de Salvación para que
no se pierdan… no cierro Mi Vientre, lo mantengo abierto para acunar en Él a
todos mis hijos”.
EDGAR: Sin Dios no hay salvación…sin obediencia, sin fe, sin
sacrificio, sin donación, sin obrar y actuar a semejanza de Cristo, tampoco.
MARÍA: “Hijos, temor no sientan, Mi Hijo está en cada uno de
los que le han preparado el altar de su
corazón”.
EDGAR: ¡Que el Espíritu Santo sea derramado abundantemente
sobre todos! Amén.
Una sonrisa: La tierra es redonda y se la llama PLANETA,
Si fuese plana la llamaríamos ¿REDONDETA?
Envía Señor tu Espíritu y renueva la faz de la tierra.
¡Hasta el próximo encuentro, hermanos!