Imagen de la patrona de Sampacho.
ESCRIBE
EDGAR Y SU ANGEL “PEPITO”, ASISTIENDO A LA ESCUELA DE MARÍA.
Edgar – Querida
Mamá María, en tu día, fiesta patronal en nuestro pueblo, te ofrezco este
trabajo. Bajo tu directiva saldrá para bien de muchos corazones.
María
– “Mi Bendición está con todos los que se esfuercen en permanecer en el camino
de Mi Hijo, que se arrepienten y con los que me busquen como intercesora”.
Jesús– “YO SOY EL CAMINO, LA
VERDAD Y LA VIDA” (Juan 14,6)
Papa Francisco – “En el Año de la
Misericordia demos lo mejor de nosotros para que el mundo cambie”.
Edgar – Nuestra meta en esta vida
es conocer a Dios mediante la propia experiencia. Lo único que importa es
progresar espiritualmente sin desanimarnos.
María
-” Ofrenden a Dios la vida entera y El la hará distinta”.
Pepito- Todo sufrimiento aceptado por
amor agrada mucho al Amor Divino y recuerden que Dios se vale de ustedes para
consolar a los demás.
Papa Francisco – “La oración ensancha
nuestro corazón y nos prepara para recibir los dones de Dios”.
Edgar – ¡Toma mi vida en tus manos,
Jesús, a pesar de mis debilidades!.
María
-” Observo con dolor a mis hijos que viven el instante, sin pensar en el
futuro, el desconocer el alma y las penas a las que será sometida por la
desobediencia”.
Pepito – Un hombre de Dios debe ser más
suave que la flor cuando se trata de amabilidad, más potente que el rayo cuando
los principios están en juego.
María
-” Amados hijos de mi corazón, mi Hijo Jesús se encuentra dentro de ustedes,¡
No lo busquen fuera, fuera se encuentra la confusión!”.
Papa Francisco – “La Iglesia tiene que ser
el lugar de la misericordia gratuita, donde todo el mundo pueda sentirse amado,
perdonado y alentado a vivir según la vida buena del Evangelio”.
Edgar
– ¡Tengamos el valor de abandonarnos en los
brazos del Padre Dios y sintámonos seguros de que Él está siempre con nosotros!
Pepito- La mejor motivación para
decidirse a comunicar el Evangelio es contemplarlo con amor, detenerse en sus
páginas y leerlo con el corazón.
Edgar – La paz de Dios no nos
abandona ni siquiera en las mayores dificultades y cuando más nos acercamos a
Él, tanto más nos simplificamos.
María
-” Levántate y camina que con tu andar el mundo se ilumina!”.
Edgar – Nuestro corazón inquieto y
frágil sólo acierta si se abraza al proyecto de Dios. ¡Qué mi corazón siga tus
pasos, Señor!
María
-” Mis ministros tienen que abocarse a la salvación de las almas, mientras haya
tiempo“
Pepito – No es posible satisfacer la
sed del alma tan sólo leyendo a cerca de la verdad; Deben beber profundamente
de la Fuente misma de la verdad: DIOS
Edgar
– Siendo yo una pequeña burbuja de risa, me
convierto con tu Auxilio, Señor en el Mar de Alegría.
¡Que
en tu día, Madre Santísima, caigan sobre nuestros corazones lluvia de
Bendiciones! Amén.
Hasta el próximo encuentro………
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